miércoles, 7 de noviembre de 2007

lunes, 5 de noviembre de 2007

Un cuentito para ti...

Me gustan los cuentos. Me ponen contenta y pueden transmitir mensajes muy lindos de manera muy simple. Me gustan los cuentos "de pocas palabras", no quiero decir cortos, sino CLAROS, esos que usan las palabras justas sin necesidad de "ostentar" un gran vocabulario. Esos no me gustan. Me gustan los escritores que tienen la capacidad de llegar a tu alma con palabras simples...SIEMPRE la belleza de las cosas las encuentro en la simpleza...Por eso me gusto este cuento que quiero compartir con vos...Es Simple...Y asi como es simple, ES HERMOSO. UNO - El se sentó a esperar bajo la sombra de un árbol florecido de lilas.Pasó un señor rico y le preguntó:-¿Qué hace usted, joven, sentado bajo este árbol, en lugar de trabajar y hacer dinero?Y el hombre contestó:-Espero.Pasó una mujer hermosa y le preguntó:-¿Qué hace usted, hombre, sentado bajo este árbol, en lugar de conquistarme?Y el hombre le contestó:-Espero.Pasó un chico y le preguntó:-¿Qué hace usted, señor, sentado bajo este árbol, en vez de jugar?Y el hombre le contestó:-Espero.Pasó la madre y le preguntó:-¿Qué hacés, hijo mío, sentado bajo este árbol, en vez de ser feliz?Y el hombre le contestó:-Espero. DOS - Ella salió de su casa dispuesta a buscar.Cruzó la calle.Atravesó la plaza.Y pasó junto al árbol florecido de lilas.Miró rápidamente al hombre.Al árbol.Pero no se detuvo.Había salido a buscar.Y tenía prisa.El, con una sonrisa, la vio pasar.Alejarse.Hacerse un punto pequeño.Desaparecer.Y se quedó mirando el suelo nevado de lilas.Ella fue por el mundo a buscar.Por el mundo entero.En el Norte había un hombre con los ojos de agua.Ella preguntó:-¿Sos el que busco?-No lo creo. Me voy-dijo el hombre con los ojos de agua.Y se marchó.En el Este había un hombre con las manos de seda.-¿Sos el que busco?-Lo siento. Pero no-dijo el hombre con las manos de seda.Y se marchó.En el Oeste había un hombre con los pies de alas.Ella preguntó:-¿Sos el que busco?-Te esperaba hace tiempo. Ahora no-dijo el hombre con los pies de alas.Y se marchó.En el Sur había un hombre con la voz quebrada.Ella preguntó:-¿Sos el que busco?-No. No lo soy-dijo el hombre con la voz quebrada.Y se marchó. TRES - Ella siguió por el mundo, buscando.Por el mundo entero.Una tarde, subiendo una cuesta, encontró a una gitana.La gitana la miró y le dijo:-El que buscas te espera en el banco de una plaza.Ella recordó al hombre con los ojos de agua.Al hombre que tenía las manos de seda.Al de los pies de alas.Y al que tenía la voz quebrada.Y después se acordó de una plaza.Y de un árbol con las flores de lilas.Y de aquel hombre que, sentado a su sombra, la había visto pasar con una sonrisa.Dio media vuelta y empezó a caminar sobre sus pasos.Bajó la cuesta.Y atravesó el mundo.El mundo entero.Llegó a su pueblo.Cruzó la plaza.Caminó hasta el árbol florecido de lilas.Y le preguntó al hombre que estaba sentado a su sombra:-¿Qué hacés aquí sentado bajo este árbol?El hombre que estaba sentado en el banco de la plaza le dijo, con la voz quebrada.-Te espero.Después levanto la cabeza.Y ella vio que tenía los ojos de agua.Le acaricío la cara.Y ella supo que tenía las manos de seda.La invitó a volar con él.Y ella supo que tenía también los pies de alas.